mi monologo interno: De universidades, de Copas y de Chile.

Lo de anoche no fue Épico. Épico, fue ganarle a Flamengo en Rio por 4 Pepas. Épico, amigos mios, fue ganarle a la mediocridad tatuada en el código genético del chileno y su permanente mentalidad amateur y trabajar, de una vez por todas, con profesionalismo y con seriedad. Épica, aun mas, fue la humildad del grupo, que nunca celebro nada antes de tiempo, bajándole los humos a una prensa exitista y a una hinchada mas ansiosa e ilusionada que nunca. Épico es correr por 1440 minutos cada pelota como si en ello estuviese la vida. Épico, es este equipo, con huevos, con hambre, con amor por la camiseta, con orgullo y con una dignidad... Uf!

Anoche no eramos 300 Espartanos en el acantilado de las Termopilas esperando al ejercito Persa. Anoche eramos esos Persas. Eramos favoritos, el equipo era contundente, era agresivo, hambriento, implacable mas no despiadado, noble mas no ingenuo, pragmático mas no descolorido, eramos una masa de buen fútbol, toque simple, toque certero, sabio, un equipo contundente y con un solo objetivo en mente. El arco Rival. Aquí no se especula con el resultado, acá se ataca, y como dice JLo en una de sus pésimas películas, '-Después de atacar, que haces? -Nada. Nunca dejo de Atacar'.

Así es esta Universidad de Chile, hoy mas de chile que nunca,

engrandeciendo al país, como lo hizo otro equipo hace mas de 20 años. Ahora somos nosotros, ahora nosotros celebramos, cantamos, saltamos, nos reímos solos en la calle recordando el 3-0 de Vargas, y somos, esta ves....