12 de noviembre de 2011

Buenos (y nuevos) Aires

Claro, tengo un blog. A veces me pasa que siento que es un espacio de desahogo. Pero me he dado cuenta que uno tambien debe de ser cuidadoso con lo que publica, pues si bien el compartir tus pensares y sentires es una constante en quienes entendemos (o creemos entender) la condicion de ser social del hombre, de la necesidad de conexion y de la necesidad de intimidad entre personas, el exceder ciertos limites es tambien peligroso, en sentido de dejar expuesta mas piel de la necesaria, pudiendo transformar lo que perfectamente podria ser un espacio de expresion e intercambio (en el mejor de los casos) de ideas y demases, en un lastimerio de aquellos. Facebook, por ejemplo, es la viva imagen de lo que sucede cuando no controlamos los dedos. Incluso a mi me cuesta no tirar palos ni mensajes entre lineas atraves de estados y links, y ni hablar de quienes no tienen ese filtro, no por una condicion de ignorancia o limitancia intelectual, no quiero sonar snob o sabiondo, si no que siento que la sociedad no nos enseña a usar criteriosamente las herramientas de informacion y de interconexion que poseemos, y que eso queda, finalmente, relegado a los dedos de frente que posea cada uno, y volvemos al principio, al lugar donde estos dedos de frente son escasos. Y escribo esto... ¿Porque...? Por eso mismo. Me gusta escribir, pero me cuesta esconder piel, me cuesta no ser intimista, porque al fin y al cabo lo hago porque QUIERO, y he ahi donde debo encontrar mi limite. De momento trabajaremos en ello, y veremos que pasa. Abrazos.

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